El okapi (okapia johnstoni),aunque se parezca a las cebras y a los caballos, es el animal vivo más cercano a las jirafas y son de la misma familia. Vive solo en selvas del norte de la República Democrática del Congo y está casi en peligro de extinción por, entre otras cosas, la desaparición de su hábitat. Puede llegar a medir más de dos metros y a pesar 200 kilogramos.Todo el cuerpo es granate excepto las patas y la parte trasera que son de rayas negras y blancas.Tiene dos pequeños cuernos en la cabeza que no utilizan, también tienen una larga lengua negra que le sirve para comer arbustos bajos que no alcanza, incluso le sirve para limpiarse las orejas de insectos, como sus parientes las jirafas.
No suelen ir en manada, aunque a veces van en pequeñas familias. A diferencia de la mayoría de mamíferos, los okapis jóvenes no diferencian a su madre de las demás, por lo que a menudo se equivocan. Comen las frutas, hojas y tallos de más de 120 especies de plantas. Su único depredador natural es el leopardo. Se cree que quedan unos 16.000 okapis, pero no se puede saber con seguridad por lo difícil que es acceder a su hábitat.
Aunque están protegidos, se cazan mucho okapis para hacer prendas de ropa y decoración con sus pieles. Hasta 2006 solo se habían visto un par de estos animales en su hábitat natural, desde entonces se han ido avistando cantidad de ellos.Tras la piel tienen una gruesa capa de grasa de unos centímetros para amortiguar los ataques de los leopardos.
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